¿Cual es la calidad del agua que bebemos?

Abrimos el grifo y echamos un buen trago, es un acto tan común, casi mecánico, que no nos paramos a pensar que el agua de red pueda no ser de la  calidad que esperamos.

Es por todos conocido que el agua de la cuenca mediterránea contiene mucha cal, pero no somos conscientes en muchos casos que también contiene productos químicos, algunos de ellos la hacen potable y son útiles, pero otros sencillamente no se eliminan de forma efectiva. Un ejemplo es cloro que es absolutamente necesario para potabilizar el agua de la red, pero que cuando entra en contacto con los alimentos genera entre otras, dos substancias que son muy toxicas los trihalomentanos y las cloraminas.

En general todas las actividades que desarrollamos como sociedad, generan un impacto en la calidad del agua que nos rodea y por ello cada vez es más complejo gestionar la presencia de distintas substancias químicas que son comunes en nuestra agua de red.

¿Es seguro beber agua del grifo?

Desde luego a corto plazo es seguro, aunque eso no significa que sea lo más recomendable o saludable  a medio/largo plazo. Distintos estudios revelan que el agua de nuestros hogares, en mayor o menor medida, contiene entre otros componentes un sexteto nada agradable. Trihalometanos (compuesto presente en las aguas clorificadas, que se activa en contacto con la materia orgánica, por ejemplo al lavar frutas o verduras, y que nos puede acarrear problemas de saluda a largo plazo). Nitratos (filtrados por el uso de fertilizantes en terrenos de cultivo), arsénico (uno de los minerales más tóxicos), la escherichia coli, bacteria del intestino humano que llega a la red de abastecimiento de agua, los microplásticos además de ser una partícula extraña en el organismo y liberar de forma normal bisfenoles, son capaces de absorber otros compuestos químicos y liberarlos en el organismo una vez ingeridos y los medicamentos,cada vez más presentes en el ciclo del agua debido a la alta ingesta de fármacos de la población, siendo los más comunes los cardiovasculares, analgésicos y broncodilatores.